La congelación de la carne es un método muy utilizado y cabría decir que necesario en la sociedad actual debido a la imposibilidad en muchos caso de acudir a la compra a diario. Para obtener un producto descongelado que conserve sus propiedades organolépticas casi inalteradas es aconsejable seguir una serie de normas en su congelación y posterior descongelación.
Proceso de congelación
- La carne a congelar debe ser lo más fresca posible, debemos evitar en la medida de lo posible congelarla cuando ya este a punto de estropearse y no nos quede otro remedio.
- Es bueno congelar la carne en porciones pequeñas para que una vez descongelada no nos sobre y la consumamos en el menor tiempo posible.
- La carne debe ser envuelta en papel film o de aluminio debiendo tener cuidado que no quede ninguna parte sin tapar ya que se quemaría perdiendo calidad del producto final. También podemos usar bolsas de congelación, muy útiles también para apuntar la fecha de congelación.
- No se debe congelar carne que ha sido previamente descongelada, no obstante si puede congelar la misma una vez que se ha cocinado.
Proceso de descongelación
- El proceso de descongelación es fundamental que se realice lentamente por lo que es preceptivo sacar el alimento del congelador e introducirlo en la nevera el día anterior, con ello conseguiremos una descongelación progresiva y evitaremos que la pieza pierda jugo y quede seca.
- En caso de necesidad podemos descongelar en microondas o en el horno utilizando siempre la temperatura más baja para que el producto quede mas jugoso.
